Expedición Picachos 2021
© Pablo Mejía/ WWF Colombia
¡Una exploración sin precedentes!

En el lugar en el que la cordillera oriental de los Andes empieza a desvanecerse para darle entrada a los bosques legendarios de la Amazonia, está el Parque Nacional Cordillera de los Picachos (Caquetá y Meta), un área protegida que conserva ecosistemas de páramo, bosque húmedo andino, selva húmeda y bosque inundable. Fue creado en 1970 y, aunque ya han pasado más de 50 años desde entonces, poco se ha sabido sobre la fauna y la flora que resguarda... ¡Hasta ahora!

Para esto, biólogos de la Fundación La Palmita, exguerrilleros de las Farc —muchos de ellos integrantes de la Cooperativa Manuel Marulanda Vélez - MMAVECOOP y de la empresa ecoturística Caguán Expeditions—, habitantes de la Zona de Reserva Campesina Pato-Balsillas, y profesionales de Parques Nacionales Naturales y WWF, hicieron parte de esta experiencia.

Este viaje no solo dejó un listado de biodiversidad increíble (como se esperaba: ¡el Piedemonte Amazónico es una de las regiones más biodiversas del mundo!), sino muchas expectativas de contarle al país qué se encuentra en este “triángulo ecosistémico”: en Picachos no solo se unen los Andes y la Amazonia, sino que también hay una influencia de la Orinoquia.

¿Dónde queda PNN Cordillera de los Picachos?


El Parque Nacional Cordillera de los Picachos hace parte del Área de Manejo Especial de la Macarena en su sector oriental (Meta). Colinda por el oriente con el Parque Nacional Natural Tinigua, por el norte con el Distrito de Manejo Integrado Ariari-Guayabero, por el occidente con la Zona de Reserva Forestal de la Amazonía y el Parque Natural Regional Siberia-Ceibas, y por el sur con el DMI Ariari-Guayabero. En el suroccidente también se encuentra la Zona de Reserva Campesina Pato Balsillas y el Parque Regional Natural Miraflores Picachos.

Después de encontrarse en el Centro Poblado Óscar Mondragón, en la vereda Miravalle de San Vicente del Caguán, los expedicionarios se desplazaron hacia el área protegida, específicamente a El Salto del Venado, un destino reconocido por una caída de agua de más de 50 m. de altura y por sus múltiples paredes de piedra. Allí, los locales y los biólogos conformaron pequeños equipos para empezar a explorar la biodiversidad. Sin lugar a dudas, uno de los momentos más emocionantes de la visita a este lugar fue el avistamiento de un oso de anteojos, ¡una especie muy difícil de ver!

El destino de la segunda semana fue el más esperado: Coreguaje, una zona que, antes de la firma del Acuerdo de Paz, fue un escenario estratégico del conflicto armado. Para llegar hasta allí, el grupo se adentró en un área de la selva en la que aún son evidentes las huellas de la guerra y, al final del recorrido, se instaló a las orillas del río Coreguaje, un lugar al que pocas personas han podido acceder.

Los resultados de la expedición muestran preliminarmente cerca de 248 especies de plantas, 376 de mariposas, 26 de anfibios, 10 de reptiles, 275 de aves, 30 de mamíferos medianos y grandes, y 36 de murciélagos. Sin embargo, se debe tener en cuenta que debido a que la identificación taxonómica actual de las especies está en una etapa temprana, estos números pueden ampliase, así como también pueden confirmarse nuevas especies, especies muy raras y categorías de amenaza. ¡Aquí una muestra magnífica de las especies que se avistaron!

David Fajardo, oficial de Gobernanza de WWF:

“En este proceso participan las familias de la región, y eso es muy importante ellas contribuyen a generar conocimiento sobre el área protegida. Esto posteriormente va a servir para varias cosas, entre ellas, que se puedan tomar decisiones informadas para manejo del territorio y que se puedan establecer acuerdos de conservación y producción sostenible. Al final, de esto surgen una serie de elementos que les van a permitir fortalecerse como comunidad”.

​Carlos Ariel García, director de Caguán Expeditions

“Esa combinación de dos mundos o conocimientos, entre la comunidad y los científicos, ciertamente genera arraigo e identidad en las personas que habitan esta región, y también hace que este territorio empiece a conocerse más desde ese carácter científico y académico”.

Miguel Rodríguez, director científico de la Fundación La Palmita:

“Entre nuestros objetivos están la caracterización de la biodiversidad y la capacitación a las personas locales. La idea es que ellos sepan qué es lo que hacemos nosotros como biólogos y cuál es la importancia de la biodiversidad de esta área. De ese diáologo continuo con ellos, surge un conocimiento sobre la biodiversidad que servirá para tener un buen manejo de la biodiversidad en el sector y en el Parque”.

Duverney Moreno, exguerrillero y guía de Caguán Expeditions

“Hay muchas personas que vienen a visitarnos y nos preguntan por especies como las aves y las plantas. Después de esta expedición, ya vamos a poder orientarlas y contarles qué hace que esta selva que tenemos al lado sea considerada como un lugar de tanta riqueza natural”.

Jorge Valencia, guardaparques del PNN Cordillera de los Picachos

“Esta expedición es fantástica porque tiene un grupo que reúne distintos saberes y disciplinas. En medio de esto surge un intercambio de saberes muy positivo entre los habitantes de la Zona de Reserva Campesina Pato-Balsillas y los biólogos. La presencia de la comunidad es fundamental, pues es nuestra principal aliada para nuestro ejercicio dentro del Parque”.

María de los Ángeles Vargas, gerente de la Cooperativa Multiactiva de Colombia Manuel Marulanda Vélez, MAVECOOP:

“De esta expedición, que es un reconocimiento a la defensa que la gente ha hecho del territorio, se van a desprender cosas muy positivas. Yo sueño con que este se convierta en un sitio de investigación científica y que lleguen personas que puedan disfrutar de esta naturaleza única y, al mismo tiempo, cuidarla para que futuras generaciones también puedan venir a hacer lo mismo”.
¿Quiénes hicieron posible esta expedición?

La Expedición Picachos 2021 fue realizada como parte del proyecto Áreas Protegidas y Paz, apoyado por The International Climate Initiative (IKI) of the Federal Ministry for the Environment, Nature Conservation, Building and Nuclear Safety (BMUB), y desarrollado por WWF en alianza con Parques Nacionales Naturales de Colombia.

Este proyecto busca mejorar la gestión de seis áreas protegidas y la gobernanza territorial, para contribuir positivamente a las condiciones de vida de las comunidades y a la construcción de paz. Estas áreas protegidas son los Parques Nacionales Naturales Cordillera de los Picachos, Serranía de La Macarena, Sumapaz, Chiribiquete, Alto Fragua Indi Wasi y Tinigua.

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