10 preguntas que deberíamos hacernos de los manglares

Posted on julio, 25 2022

Nuestros expertos de Conservación y Gobernanza, de WWF Colombia, responden una serie de cuestionamientos sobre este ecosistema determinante en la lucha contra el cambio climático.

Este 26 de julio se conmemora el Día Internacional para la Conservación del Ecosistema de los Manglares y para unirnos a esta fecha especial, los expertos Luis Zapata y Gustavo Castellanos de Conservación y Gobernanza, de WWF Colombia, nos responden a diez puntuales preguntas en las que se resalta la importancia de este ecosistema para el planeta.

1. ¿Qué tienen de particular los manglares? 

Son bosques que solo encontramos en las zonas tropicales o subtropicales del mundo, como Colombia, y cuyas plantas viven generalmente entre el agua salada y el agua dulce, pues conforman la línea divisoria entre la desembocadura de los ríos, la tierra y el mar. Los manglares son inundados durante la marea alta por agua proveniente del mar dos veces al día en el Pacífico colombiano, por lo que sus plantas resisten agua dulce y salada. En general, son de los ecosistemas más importantes del planeta. De ellos depende la vida de muchas especies y el funcionamiento de otros ecosistemas. 

 2. ¿Cómo está Colombia en materia de biodiversidad de manglares? 

Colombia tiene una diversidad de tipos de bosque de manglar única en el mundo, pues, al tener dos costas, puede darse el lujo de tener simultáneamente bosques de este tipo en áreas extremadamente lluviosas como la mayoría de la región del Pacífico, así como en ecosistemas tan áridos como el departamento de La Guajira. Es nada menos que el quinto país del continente americano con mayor extensión de manglares, con aproximadamente 290.000 hectáreas, según el Ministerio de Ambiente. 
 
La mayoría están en el Pacífico (casi el 80%). En total tenemos nueve especies de mangle diferentes y los encontramos en estos departamentos: San Andrés y Providencia, Bolívar, Sucre, La Guajira, Magdalena, Atlántico, Córdoba, Antioquia (Urabá), Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño. Este último departamento es el que mayor extensión de manglar tiene en Colombia (> 1/3). Colombia puede considerarse un hotspot de diversidad de especies de manglar para el continente americano. 

3. ¿Qué tiene que ver el cambio climático con este tipo de bosque? 

Los manglares son reservorios de carbono muy importantes: almacenan cinco veces más carbono que los bosques tropicales terrestres. La clave es mantenerlos sanos, pues mientras que en un manglar sano el carbono es atrapado y encerrado debajo de la tierra y en la biomasa vegetal, en uno destruido, ese dióxido de carbono es liberado y acelera el cambio climático. 
 
Los manglares constituyen también barreras contra fenómenos naturales como los tsunamis y las tormentas. Al estar entre la costa y el mar, se interponen a la fuerza de las olas y el viento y reducen el impacto de estos fenómenos. Hay cifras que indican que una línea de manglar de 500 metros reduce la altura de las olas entre un 50 y 90 por ciento. Y en Colombia no estamos blindados al impacto de los tsunamis: en 1906 y 1979 las poblaciones del sur del Pacífico colombiano y el norte de la costa del Ecuador sufrieron las consecuencias de dos eventos fuertes de este tipo. 

4. ¿En qué sentido son clave para las especies que albergan? 

En los manglares viven cientos de hongos, decenas de especies de plantas acuáticas, pequeños invertebrados y peces, que son la base productiva del ecosistema. Cuando las hojas caen de los árboles, estas son el alimento para muchos micro-organismos y así favorecen las bases de las cadenas tróficas o alimenticias. 
 
Los manglares también sirven como refugio y zona de alimentación para las fases más vulnerables de vida de muchos organismos. Para muchos juveniles de peces y camarones, por ejemplo, el manglar es la guardería perfecta. Si este no existiera, estas especies tendrían problemas para desarrollarse bien y sus depredadores, incluidos los humanos, no tendríamos qué comer. 
 
Además de la vida marina que habita en ellos, hay especies que dependen de la buena condición del manglar y que rara vez nos imaginamos. El tigre de Bengala es una de estas especies. Se resguarda y busca presas en los manglares de la India y Bangladesh, por ejemplo. Acá en Colombia, los caimanes, muchos monos, los manatíes y algunas especies de tiburones y rayas,  de alguna u otra forma, dependen del manglar. 

5. ¿Y para las comunidades humanas cercanas? 

El manglar es la base de la subsistencia de las comunidades aledañas. En el Pacífico colombiano, por ejemplo, la pesca artesanal representa muchas veces la única fuente de ingresos para sus habitantes y es la fuente de la seguridad alimentaria de estas comunidades. La recolección de piangua (un molusco que vive enterrado entre las raíces del manglar), por ejemplo, genera ingresos económicos cruciales y, si escasea, pondría en problemas a las piangüeras, miles de mujeres que se dedican a sacar este molusco del manglar y a venderlo para consumo. 

El ecoturismo es otro de los medios de vida sostenibles que ofrece este ecosistema. Acá en Colombia, en Utría, Nuquí, o  Bahía Málaga, por ejemplo, el manglar tiene un gran atractivo turístico. El potencial del ecoturismo de este ecosistema en Colombia es muy grande si se considera que en el Pacífico nuestro están los bosques de manglar más altos de toda América, con una belleza escénica inigualable.  

6. ¿Hay alguna relación entre ellos y la salud humana? 

TODA. Empezando porque los manglares nos ayudan a mitigar el cambio climático reteniendo grandes cantidades de carbono y, según la Organización Mundial de la Salud, se prevé que entre 2030 y 2050 el cambio climático causará unas 250.000 muertes adicionales cada año. Como si eso fuera poco, el manglar protege la vida de los habitantes de zonas costeras de las inundaciones, de los huracanes y de los tsunamis. Y, a la vez, alberga las primeras etapas de crecimiento de algunas de las especies que consumimos con frecuencia: pescado, camarones, moluscos y cangrejos, por ejemplo. 
 
Muchas de las especies marinas dependen del ecosistema de manglar para subsistir, por lo que su destrucción incide directamente en la disminución de la pesca y, por ende, en la disponibilidad de proteína animal de origen marino para las personas. 

7. ¿Qué tan en riesgo están? 

Antes los manglares cubrían gran parte de los litorales tropicales y subtropicales del mundo. Algunas investigaciones sugieren que en el pasado (últimos 50-60 años) la mitad de los bosques de manglar se perdió por la intervención humana. Sin embargo, a partir del 2000 la tasa de pérdida de manglar en el mundo se ha reducido considerablemente. 
 
Recientemente, una investigación publicada en junio en la revista Science advierte que estos ecosistemas podrían tener dificultades para mantenerse hasta el año 2050 si las tasas de aumento del nivel del mar exceden los 6 milímetros por año, como lo predicen los escenarios de altas emisiones de gases de efecto invernadero para esa fecha. Entre 1996 y 2020, según Global Mangrove Watch, en Colombia se perdieron 7269 hectáreas de manglar, esto equivale a alrededor de 10000 canchas de fútbol. 

8. En Colombia, ¿cuáles son las principales amenazas que enfrentan? 

Hay varias. Hasta los años 80, en el Pacífico colombiano, hubo extracción generalizada de la corteza de los manglares para teñir cuero con ella y, afortunadamente, esta actividad dejó de ser rentable. Sin embargo, lamentablemente hoy todavía hay tala selectiva del manglar para fines de construcción y también extracción de maderas finas en ecosistemas de guandal, que generalmente son el bosque trasero del manglar. 
 
Otras amenazas son: el desarrollo urbano en zonas de manglar como ha pasado mucho en el Caribe, pues al ser una región más poblada y conectada con el resto del país que el Pacífico -que solo tiene acceso terrestre por Buenaventura o Tumaco-, ha habido más desarrollo portuario y urbano. Por ejemplo, en Buenaventura varios barrios de la ciudad y las instalaciones portuarias se encuentran en zonas en donde anteriormente había manglar. 
 
En Urabá ha habido degradación a costa de la expansión de la frontera ganadera agrícola y en algunas zonas del Pacífico la deforestación en las cuencas altas y la minería orientada a oro han aumentado la sedimentación y erosión del suelo, que  va a dar a los manglares. Sin contar la contaminación por los químicos que se utilizan en la minería y en la producción de cultivos ilícitos, que terminan en los ríos, y como el manglar es la desembocadura de estos, allá llegan. Esto último, es un asunto que poco se ha estudiado y que necesita ser analizado en el futuro. 

9. ¿Qué se está haciendo para conservarlos? 

Algunos se están restaurando y reforestando, pero también el trabajo con las comunidades que habitan en ellos es clave. Varias organizaciones, como WWF, trabajan conjuntamente con los pobladores en la implementación de buenas prácticas pesqueras, como usar mallas reglamentarias que eviten la captura de especies muy pequeñas en el manglar, pescar a una distancia prudente de este ecosistema para evitar lo mismo, o fijar tamaños de peces que no se pueden pescar porque son juveniles y que al momento de pescarlos no se han reproducido ni siquiera por primera vez. También se trabaja en el desarrollo de técnicas de ingeniería pesquera que contribuyan a disminuir el impacto de la pesca sobre los ecosistemas y que fácilmente puedan ser usadas por la gente. 

Así mismo, a nivel global existe una red de instituciones liderada por WWF y otras ONGs, denominada la Alianza Global para los manglares (GMA, por sus siglas en Ingles) que desde hace unos años realiza diferentes acciones para conservar y restaurar estos ecosistemas. Mas recientemente, durante la COP27 en 2022, el GMA junto con otros socios lanzó la iniciativa denominada “Innovación por los manglares” (Mangrove Breakthrough), que pretende asegurar el futuro de 15 millones de hectáreas de manglares a nivel global hasta 2023 mediante la acción colectiva de gobiernos y actores no gubernamentales.   
 
Investigar es otra manera de trabajar por su conservación. En Colombia hay una comunidad amplia y muy reconocida a nivel mundial agrupada en la red Colombiana de Estuarios y Manglares que se dedica a estudiar el estado de los manglares, cómo recuperarlos y cuidarlos. Como resultado el año pasado se realizó en Cartagena la cumbre de expertos mundiales de manglar (MMM6) donde se discutió sobre los avances en investigación y conservación de este ecosistema.  

10. ¿Qué puede hacer alguien que viva lejos del mar para contribuir a ese fin? 

Disminuyendo nuestro impacto en el planeta (reduciendo nuestra huella de carbono) usando medios de transporte alternativos como la bicicleta; apoyando los procesos de minería legales, artesanales y tradicionales que, usualmente, no utilizan procesos que degradan la naturaleza; reduciendo el consumo de carne de res, pues parte de la degradación del manglar en el Caribe colombiano se ha dado porque lo talan con fines de ganadería extensiva; solidarizándonos con llamados a la acción colectiva cuando hay proyectos urbanísticos o portuarios que degradarían este ecosistema; o consumiendo productos pesqueros que provengan de buenas prácticas de comunidades guardianas de los manglares. Finalmente, educando a las nuevas generaciones acerca de las riquezas que contienen nuestros mares y ecosistemas de manglar. 

 

Las raices densas de los manglares son importantes para el ecosistema ya que ayudan a aglutinar y formar los suelos y reducir la velocidad de los flujos de agua reduciendo la erosión costera.
© Gustavo Castellanos
Dona
Dona