Posted on febrero, 10 2022

Todos crecimos comiendo lo que los papás o abuelos cocinaban en nuestras casas, y muchas veces cuando llegamos a la edad de cocinar, optamos por seguir esas mismas recetas. Seguir la tradición es genial, pero, así como se pasan cosas buenas, también compartimos muchos tabúes con respecto a los alimentos. ¿Qué se puede comer y que no? ¿Cuándo algo es comestible y cuándo no?

Muchas de las cosas que pensábamos no se podían comer e iban para la basura, pueden ser utilizadas en diversas y ricas recetas saludables, desde algunas frutas que se sobre maduraron hasta los tallos, las hojas y cascaras de los vegetales.

Aprovechar la totalidad de los alimentos y evitar el desperdicio es un importante paso para mejorar nuestra relación con la naturaleza y el mundo. Para producir cada alimento y llevarlo a nuestra mesa, se necesita agua, energía, tierra, mano de obra, y transporte.

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Toda esta cadena de producción y distribución tiene impactos negativos en el medio ambiente, por ello, una de nuestras primeras responsabilidades es aprovechar en la mayor medida posible lo que tenemos en nuestra despensa.

Además, esta es una manera de enfrentar la masiva pérdida y desperdicio de alimentos en el mundo. Un reciente informe de WWF y Tesco, multinacional británica minorista, advierte que anualmente cerca del 40% de los alimentos cultivados en el mundo no son consumidos, el equivalente a 2.500 millones de toneladas de comida.

En este orden de ideas, cambiar nuestros hábitos alimenticios, por ejemplo, por unos que aprovechen al máximo los alimentos, es un gran paso hacia un estilo de vida saludable y sostenible.

Por eso, te compartimos 3 recetas que despertarán tu curiosidad y podrás poner en práctica en tu cocina.
 

Salteado de tallo de brócoli, quinua y vegetales

1 tallo de brócoli
1/2 cebolla cabezona
2 dientes de ajo
Champiñones o cualquier vegetal de preferencia
Tomates cherry
1/2 taza de garbanzos cocinados
1/2 taza de quinua o arroz
1/2 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de comino
1 cucharadita paprika
1/2 cucharadita jengibre
Sal y pimienta

Preparación

Esta es una receta con brócoli que seguramente no conocías. Para ella, utilizaremos el tallo del brócoli que es igual de comestible que sus ‘arbolitos’. Primero ralla el tallo y pica finamente la cebolla. Cuando hayas terminado, pon a calentar una sartén con un poco de aceite, agrega la cebolla cabezona y déjala cocinar por dos minutos, luego agrega el comino, la cúrcuma, el jengibre y la paprika.

Adiciona media cucharadita de sal, el ajo finamente picado y pimienta al gusto. Mezcla los ingredientes y deja cocinar por dos minutos más. Agrega los champiñones o cualquier vegetal de preferencia y déjalos dorar un poco. Adiciona los garbanzos ya cocinados y la quinua u arroz, también ya cocinados. Luego se añade el tallo del brócoli rallado y se deja cocinar por unos 4 minutos más. A la hora de emplatar, puedes agregar unos pedacitos de tomates Cherry.

Créditos: Receta de @maca_bites

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Pan de banano (bien madurito) al sartén

2 tazas de harina de avena o de trigo (260 gr)
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de polvo para hornear
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 pizca de sal
4 bananos grandes maduros, de esos bien machaditos que pensamos ya no podíamos comer
2 huevos
1/3 taza de miel, panela o azúcar
1/3 taza de aceite, mantequilla, de tahini, mantequilla de maní o ghee (se puede cualquiera)
1/4 taza de leche vegetal (soya, avena, almendras, etc.)
80 gr de chocolate oscuro en trocitos, chips de chocolate, frutas o nueces (opcional)

Preparación

Primero, haz un pure con 3 bananos con ayuda de un tenedor, la textura debe quedar muy cremosa. Agrega el aceite (o cualquier otra de las opciones) y la miel, o el endulzante de tu preferencia. Luego, adiciona la leche vegetal y los huevos, y mezcla hasta que todos los ingredientes se incorporen.

Agrega la harina de avena tamizada, una cucharadita de polvo para hornear, 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio, la canela y una pizca de sal. Mezcla bien, pero sin que pierda su contextura espesa. Adiciona trozos de chocolate oscuro, frutas o nueces, esto es opcional. En una sartén antiadherente pon un poco de aceite y repártelo en toda su superficie con una servilleta.

Una vez caliente, agrega la mezcla y repártela bien. El banano restante pártelo por la mitad y pon las dos tajadas encima de la mezcla. Puedes poner más chocolate, frutas o nueces si deseas. Tapa la sartén y deja cocinar a fuego muy lento por 15 minutos. Luego, dale la vuelta con ayuda de un plato y déjalo cocinar por otros 15 minutos. En este momento, tu pan de banano estará listo para desmoldar. Déjalo enfriar durante 15 minutos antes de cortarlo y darle un bocado.

Créditos: Receta de @maca_bites
 

Caldo o fondo de vegetales

Nos han dicho que algunas partes de vegetales o alimentos no se usan o consumen, sin embargo, con algo de creatividad pueden ser tan útiles que se convierten en los ingredientes básicos para hacer algunas recetas, como la de este caldo o fondo que también podemos utilizar en la preparación de sopas, salsas, arroces, entre otros.

Tallo principal y tallos más pequeños de la coliflor
Tallo principal y tallos más pequeños del brócoli
Centros de las hojas de repollo, sea verde o morado
3 tallos cebolla larga o 1 cebolla cabezona
Cáscaras de zanahoria bien lavadas
Cáscaras de papa bien lavadas (cualquier papa)
2 o 3 ajos
Hojas de apio
3 o 4 habichuelas
Puñado de alverjas
2 litros de agua
Tomillo, romero, sal y pimienta al gusto.
Cualquier otro condimento o especie que prefiera, como orégano o paprika, puede adicionarse.

Preparación

En primer lugar, pica muy bien todos los ingredientes, esto facilitará su cocción. Luego en una olla, dora la cebolla con un poco de aceite de oliva, luego agrega los ajos y el resto de los vegetales para que sofrían y suelten sus sabores. Una vez se vean suaves o tiernos, agrega el agua y los condimentos con las especies. Deja cocinar a fuego alto hasta que hierva por primera vez y espera unos 15 minutos.

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Luego, baja el calor y deja cocinar por otros 30 minutos. Después de este tiempo, el caldo ya estará listo para consumir. Si quieres almacenarlo para utilizarlo como fondo en próximas preparaciones, ya sea en arroces, sopas o salsas, déjalo enfriar un poco y luego lo puedes colar o licuar. Envásalo de una manera que sea sencillo almacenarlo en el congelador y usarlo posteriormente.

Para ello, sugiero hacerlo en recipientes pequeños como cubetas de hielo, ya que podrás sacar la cantidad que desees en cualquier momento. ¡Serán como cubitos llenos de sabor! *Esta receta se puede enriquecer con cualquier otro vegetal.