Todo lo que necesitas saber para ser un viajero pospandemia
Posted on septiembre, 27 2021
Te compartimos unas recomendaciones para visitar destinos naturales y vivir la experiencia de los viajes sostenibles, una tendencia que llegó para quedarse.
¿Quién después de pasar meses confinado no estuvo desesperado por salir a sanar el cuerpo y el alma en un escenario natural? Las agencias de viajes y plataformas siguen reportando este año un alza en las búsquedas de destinos de naturaleza como parques y reservas naturales. El turismo ecológico cobró un nuevo valor porque en sus escenarios es más fácil conservar el distanciamiento físico y vivir una conexión con la Tierra.Así el destino no sea un paisaje natural, se ha vuelto tendencia una nueva forma de viajar que le apuesta a minimizar la huella negativa en el entorno y a apoyar a los prestadores de servicios sostenibles. Aquí te dejamos una lista con recomendaciones útiles a la hora de viajar.
1) Prepárate a conciencia
© @fernandotrujilloomacha
Si tienes posibilidad de pagar un vuelo directo, hazlo. En el despegue se usa más combustible que cuando la nave viaja a una velocidad constante. Por tanto, los vuelos directos emiten menos gases de efecto invernadero que los viajes con varias escalas. Cuando llegues al destino, desplázate dando prelación en su orden a: caminar, montar en bicicleta, tomar transporte público y, por último, taxi o auto particular.
Averigua qué tanto CO2 emitieron tus vuelos y busca la manera de compensar con siembra de árboles o donación a proyectos que producen energía limpia, secuestran carbono o reducen las emisiones de diferentes maneras.
Compensar no es una solución inmediata ni 100% efectiva para borrar el impacto sobre el cambio climático que ejercemos al volar en aviones, sin embargo, es mejor que no hacer nada. Por ello, es urgente que se reduzca el uso de combustibles fósiles y que sigamos demandando a las industrias una transición a energías más limpias.
Algunas aerolíneas tienen programas de compensación y dirigen los donativos a proyectos que los viajeros pueden escoger. Si la aerolínea ofrece este servicio, investiga en línea entre sus proyectos de compensación certificados. Sé cuidadoso, la mayoría de las “compensaciones” no están reguladas ni vigiladas apropiadamente y es difícil comprobar si la donación realizada en línea fue realmente destinada a su fin.
Anímate a conocer y apoyar de cerca un programa de reforestación y restauración de ecosistemas para compensar tus vuelos. Incluso, ¡puedes viajar a conocerlo en alguna oportunidad y hasta sembrar tus mismos árboles!
De igual manera, escoge con pinzas los operadores turísticos. Si los turistas exigen calidad y conciencia ambiental, tendrán que implementarlas. Pregunta: ¿cuáles son las prácticas beneficiosas para el medio ambiente de la empresa?, ¿cómo sus recorridos o excursiones contribuyen a proteger y mantener la vida silvestre o el patrimonio cultural?, y ¿contrata guías locales?
2) El arte de armar maleta y ser buen pasajero ¡Ve ligero de equipaje!
© Dan Gold/ Unsplash
Menos peso es mejor para la espalda y brazos e incrementa la eficiencia en el gasto de combustible de los aviones. Lleva ropa de secado rápido que pueda lavarse en un lavamanos y usarse varias veces durante el viaje.
No te olvides de llevar en la maleta, de ser el caso, copa menstrual, máquinas de afeitar con cuchillas recambiables, plato y taza de camping, cepillo de dientes de madera, shampoo en barra y jabón del cuerpo para no destapar uno en cada hotel y dejarlo prácticamente entero. Y un dato importante: busca bloqueador solar y repelente que no contaminen el agua y sean perjudiciales para la vegetación y los animales cuando te bañes.
En el equipaje de mano procura tener bolsa de tela para empacar compras, cubiertos personales y pitillo metálico o de madera, y una botella metálica para el agua, de tal manera que no recibas plásticos de un solo uso. Busca contenedores o filtros con agua purificada para recargar la botella personal, y si tu sitio de hospedaje no los usa, déjale saber al encargado que son indispensables. No imprimas la tarjeta de embarque, llévala en el celular. En el avión usa tus audífonos y no los desechables de las compañías aéreas, y pide el agua o café en tu propia taza ¡No reciba vasos de plástico!
3) En tu lugar de hospedaje
Aunque no pagues los recibos de luz y agua de hoteles u hostales, actúa de manera considerada. En algunos lugares el agua potable es un lujo que no tienen los locales y entre menos prendas laves o menos tiempo uses el aire acondicionado, gastas menos energía y recursos, y emites menos gases de efecto invernadero, lo cual es beneficioso para el planeta.
Usa las mismas toallas y sábanas durante tu estancia. Lavarlas consume cantidades enormes de agua y energía. Si el hotel no tiene una tarjeta para comunicarlo a las personas de servicios generales, deja una nota escrita.
4) Goza más del destino y deja menos huella
© @fernandotrujilloomacha
Si tu destino es un área natural, verifica que la capacidad de carga del lugar (cantidad de personas admitidas sin que se degrade o impacte) se respete. Si haces senderismo ve por el camino indicado, no te salgas. Entre menos impacten las personas la vegetación, en mejores condiciones seguirá todo y se evitarán encuentros riesgosos con la fauna o flora del lugar.
Pide una bolsa de recolección al operador (mejor si lleva una propia) y recoge la basura que encuentres por el camino. ¡Da el ejemplo! Busca los contenedores de reciclaje y si no los hay, lleva la basura contigo hasta encontrarlos, o de vuelta al hotel donde puedas disponerla de manera correcta.
Ten cuidado con los paseos a lomo de animales pues es común que sean sometidos a jornadas extenuantes y estén mal alimentados. No visites acuarios, pues para estar ahí ballenas y delfines fueron sacados de su hábitat natural y separados de sus familias para ser condenados a una vida de encierro que no es natural para ellos. Olvídate de la “selfie” con animales silvestres traídos a la fuerza a lugares para turistas. Su expectativa de vida se reduce al mínimo al ser sacados de sus hábitats, les cortan las alas para que no escapen o sus uñas y dientes para evitar mordiscos a “los clientes”. Al cambiarles los patrones de alimentación se desnutren y la cercanía con los humanos y otras especies les genera estrés y desarrolla comportamientos perjudiciales para su sobrevivencia.
Probar la cocina nativa apoya los granjeros locales y es una magnífica manera de conocer la cultura. Ir a mercados campesinos y pequeños comercios favorece la economía de la región. Evita consumir productos empaquetados que aumentan la generación de basura.
¿Buscas llevar un recuerdo o regalo? Escoge artesanías locales que tienen menor huella de carbono. Pero atención: jamás compres algo hecho con partes de animales. Nada de marfil, carey, conchas, plumas, dientes, pieles, etc.
Recuerda: nada exótico devolverá el ser amado, curará una enfermedad o dará la juventud eterna. Afina el ojo, detecta lugares donde venden objetos “tradicionales”, que en realidad son fabricados en maquilas de países con mano de obra barata o esclava y, por lo tanto, salen a precios absurdamente bajos. Mira etiquetas, pregunta quién y dónde se elaboraron.
Por último, si quieres dar un regalo en una comunidad que visites, hazlo bien. Así la intención sea buena, donaciones amables pueden sembrar conflictos en las personas y promover dependencia y mendicidad. Dona a organizaciones locales que garanticen la inversión correcta del dinero en programas de bienestar social.