Estos son los productos plásticos que deberíamos evitar a toda costa para empezar bien el 2021
Posted on enero, 10 2021
Los usamos casi a diario y poco después... van a dar a la basura. Te mostramos algunos de los artículos plásticos más difíciles de recuperar y que, fácilmente, podemos dejar de usar.
Los usamos casi a diario y poco después... van a dar a la basura. Te mostramos algunos de los artículos plásticos más difíciles de recuperar y que, fácilmente, podemos dejar de usar. 1. Icopor (poliestireno expandido)
Es casi imposible de volverlo a incorporar en nuevos materiales. ¿Por qué se sigue usando?
Se trata de un material con cualidades únicas: es 95 % aire (lo que lo hace liviano); es barato, mantiene los productos fríos o calientes, y evita daños durante procesos de envío sin agregar peso.
Pero reciclarlo es costoso y complejo. Cuando tiramos a la basura vasos, platos, bandejas y muchos otros artículos fabricados con este material (así como muchos otros tipos de plásticos), es muy probable que sean depositados en rellenos sanitarios o terminen en la naturaleza (existen procesos químicos y mecánicos para recuperar icopor, pero hasta el momento no es masivo).
2. Bombas o globos
Si lo dejas volar... ¿a dónde va a parar? Si los pones en la basura... ¿a dónde va a dar?
No queremos ser aguafiestas, pero existen muchas maneras de decorar tus celebraciones sin artículos como este, que, cuando terminan en ecosistemas como el océano, pueden causar estragos en la vida silvestre.
Las bombas generalmente son fabricadas con látex, un material que puede tardar hasta cuatro años en degradarse en el medio marino (el tiempo suficiente para causar la muerte a cientos o miles de animales), según la Sociedad de Conservación Marina del Reino Unido. De hecho, se ha encontrado evidencia de asfixia en aves y tortugas marinas con estos artículos.
En Colombia, no se conocen facilidades que reciclen estos artículos. Pero lo que sí sabemos es que se pueden encontrar productos iguales o más bonitos para las fiestas.
3. Los que tiras a la basura después de un uso
Aunque es muy probable que ya lo sepas, no dejaremos de repetirlo. La frase popular “es solo un pitillo... dijeron 8 mil millones de personas (lo que se convierte en 8 mil millones de residuos en una sola vez) es un buen ejemplo del porqué.
Solo el 9 % de todo el plástico que consumimos en el mundo se recicla. El otro 91 % se convierte en basura. En 2016, la producción de plástico fue de 396 millones de toneladas métricas (una cifra que no logramos dimensionar pero que ¡suena a una locura!). Y, de nuevo, casi todo eso es basura.
Usar una botella, bolsa, pitillo, tenedor, mezclador, etc, y tirarlos a la basura después de un uso, ¡no tiene sentido! No solo porque el plástico es casi indestructible, sino porque los sistemas de manejo de residuos son incapaces de procesar la cantidad de basura que producimos 8 mil millones de personas. Por eso, estos van a dar a la naturaleza donde se convierten en una trampa mortal.
4. Botellas de color oscuro
De hecho, la regla aplica para todos los plásticos de colores diferentes a transparente y blanco. Los vemos en bebidas, champús, detergentes, incluso, en contenedores de comida que pedimos a domicilio.
¿Crees que basta con separar y entregarlos al reciclador de oficio?
Aunque hagas bien la tarea, lo más probable es que esos plásticos no se reutilicen. ¿La razón? Entre más oscuros sean, más difícil es su aprovechamiento –es decir, su reciclaje y reincorporación en nuevos productos-. Estos plásticos tienen un bajo costo en el mercado del reciclaje y demandan un proceso complejo de transformación.
5. Productos de aseo personal y belleza que contengan microplásticos, como exfoliantes y cremas dentales
Nos han vendido estos productos como si fueran benéficos para nuestra piel o más efectivos en la higiene: cremas con pequeños pedacitos de plástico para una mejor exfoliación de la piel; cremas dentales y detergentes que contienen plásticos por sus propiedades de extralimpieza.
De hecho, los microplásticos son la principal causa de nuestra dieta plástica. Estas partículas diminutas pueden ser invisibles a la vista y se filtran en el agua y el aire, pasando a los alimentos que consumimos. Comemos tantas de estas partículas de plástico como el peso equivalente a una tarjeta de crédito ¡a la semana!
Y aunque sus consecuencias en nuestra salud aún están siendo investigadas, esto es una clara evidencia de que el problema de la contaminación por microplásticos se nos salió de las manos.
Además, ¿quién comería voluntariamente una tarjeta de plástico a la semana?
Haz el intento de dejar de consumir estos cinco tipos de plásticos, por lo menos durante un mes. ¡Vas a ver que luego dejarás de verlos necesarios!