2020: Áreas Protegidas y Paz
Posted on diciembre, 21 2020
Rendimos un homenaje a todos los líderes y lideresas, que en las condiciones más riesgosas, siguen luchando por la defensa de sus territorios y de la enorme riqueza natural del país e insistimos en nuestro llamado al Gobierno para que tome las medidas necesarias para garantizar su vida.
Nadie debería morir por lo que hace en favor de la vida y el bienestar de todos, pero lamentablemente este año fue letal para muchos de nuestros líderes y lideresas. En 2020 recibimos con profunda tristeza la noticia de la muerte de muchos defensores ambientales en diferentes regiones del país, desde el territorio Awa en Nariño, hasta el Parque Nacional el Cocuy. De acuerdo con el informe Global Witness, Colombia es el país más peligroso del mundo para los defensores de la tierra y la naturaleza en 2019, y este año no tuvimos un mejor panorama. Rendimos un homenaje a todos los líderes y lideresas, que en las condiciones más riesgosas, siguen luchando por la defensa de sus territorios y de la enorme riqueza natural del país e insistimos en nuestro llamado al Gobierno para que tome las medidas necesarias para garantizar su vida. Es urgente fortalecer los derechos humanos, la democracia y la seguridad, como ejes de la conservación de la mega biodiversidad del país. Por ello, hemos hecho un llamado para que se apruebe e implemente el Acuerdo de Escazú de manera que la defensa de la vida no tenga como consecuencias el miedo, la violación de los derechos humanos, y en el peor de los casos, la muerte.
Desde WWF seguimos trabajando para aportar en la construcción de espacios de bienestar y convivencia para las comunidades. Este año, por ejemplo, avanzamos en el procesos de Áreas Protegidas y paz, una iniciativa a través de la cual buscamos aportar a la consolidación de paz y conservación de la biodiversidad con organizaciones locales y diferentes socios en algunos Parques Nacionales Naturales y sus alrededores en algunos municipios de Guaviare, Meta, Caquetá y Cundinamarca.
Tuvimos la oportunidad de dialogar con varios actores institucionales y comunitarios para lograr acuerdos y establecer la hoja de ruta que permita la implementación efectiva de este proceso. Además, como parte del proyecto de restauración ecológica y conservación de los ecosistemas transformados en el Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena, empezamos a trabajar con las 50 familias beneficiarias que participarán en la restauración de 150 hectáreas deforestadas a través de la ejecución de diferentes actividades permitidas dentro del Parque.
El próximo año seguiremos trabajando para fortalecer los esfuerzos de consolidación de la paz y conservación al proporcionar herramientas que involucren a las comunidades en la conservación de sus territorios y contribuyan a mejorar sus condiciones de vida.