Posted on julio, 12 2020
Este jueves el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), anunció que la deforestación en Colombia disminuyó un 19%. Mientras en 2018 el área deforestada sumó 197.159 hectáreas, en 2019 la cifra bajó a 158.894 hectáreas. Las principales causas de la deforestación son la praderización (conversión de áreas de bosque a áreas de pastos), los cultivos ilícitos, las malas prácticas de ganadería extensiva, la extracción ilícita de minerales, el desarrollo de infraestructura no planificada y sin permisos, la ampliación de la frontera agrícola en áreas no permitidas y la tala ilegal.
Entre los seis departamentos más deforestados en 2019 el conteo ubica consecutivamente a Caquetá, Meta, Guaviare, Antioquia, Chocó, Putumayo, según las cifras del Ideam. En 2018 estos primeros lugares los ocuparon Caquetá, Meta, Guaviare, Putumayo, Antioquia, Norte de Santander. De esta manera, Antioquia subió del quinto al cuarto departamento con más deforestación y Chocó alcanzó el quinto lugar (mientras que en 2018 se ubicó en el octavo lugar con más bosque deforestado). Estos seis departamentos concentraron el 74% de la deforestación del país en 2019.
En cuanto a regiones, la Amazonia es una de las más importantes en este reporte pues cubre el 66% de los bosques del país. Allí, la deforestación disminuyó, según el informe: mientras que en 2018 hubo 138.176 hectáreas deforestadas, en 2019 la cifra fue de 98.256 hectáreas. De esta manera, la deforestación de la Amazonia colombiana en 2019 representó el 62% del total nacional.
Para la ministra de Ambiente (E) María Claudia García, estos indicadores “no son un mensaje de triunfalismo ni de que debamos bajar la guardia. Sabemos que tenemos un reto grande por delante”. Añadió que la reducción de la deforestación ha incluido un trabajo en el que “más de 3.000 familias campesinas están preservando bajo acuerdos de conservación más de 97.000 hectáreas de bosque natural, además están implementando proyectos agroambientales y forestales. Otras 17.000 familias indígenas tienen más de 14 millones de hectáreas en acuerdos de conservación”.
Las advertencias de posible aumento de deforestación en la pandemia
A pesar de estos resultados destacados en la transmisión digital que hizo el Gobierno este jueves, aún quedan muchos retos para seguir reduciendo la deforestación en el país y mantener el esfuerzo en los siguientes años.
En las últimas semanas, los medios de comunicación han señalado el posible aumento de la deforestación en los primeros meses de 2020, mientras los esfuerzos del gobierno se enfocan a combatir la pandemia por Covid-19. De hecho, un informe publicado por la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible de la Amazonia (FCDS) señaló que, al 15 de abril de 2020, se superaron las 75.000 hectáreas deforestadas en la Amazonia.
Adicionalmente, “hemos recibido informes del aumento de la caza furtiva ilegal de vida silvestre en estas áreas y del incremento de la producción ilegal de madera debido a la ausencia de autoridades en el campo durante la pandemia”, señala Miguel Pacheco, especialista en Bosques de WWF Colombia. Así, los esfuerzos por conservar el bosque del país y sus especies deben seguir en medio de las distintas dinámicas que enfrenta Colombia y el mundo por cuenta de la emergencia sanitaria.
El trabajo con los habitantes locales: una de las estrategias que apoya WWF
WWF Colombia trabaja en diferentes proyectos con habitantes locales para prevenir la deforestación y fomentar medios de vida sostenibles y alternativos en algunas zonas que tienen las mayores cifras de deforestación como Caquetá y Guaviare. Allí, algunos campesinos, que anteriormente cultivaban coca o derribaban el bosque, encuentran alternativas sostenibles para vivir mientras lo protegen. La estrategia está enfocada en prevenir la deforestación, identificar zonas para restauración y trabajar en la conservación y el manejo sostenible del territorio junto a los habitantes locales y ha tenido el apoyo de la Fundación Príncipe Albert II de Mónaco.
Mientras el mundo está paralizado por el covid-19, este grupo de campesinos, conocidos como exploradores forestales, ha retomado su trabajo en el bosque. Durante los últimos días, han continuado con sus jornadas de capacitación en prevención de incendios forestales, uso de GPS, cartografía básica, identificación de áreas para restauración, monitoreo forestal, entre otras actividades.
¿Cómo lograron avanzar en medio de una pandemia?
El desafío es grande, pues hay algunos casos de Covid19 confirmados en los municipios cercanos a las zonas de trabajo. Por eso, WWF diseñó un estricto protocolo de bioseguridad para el desarrollo de actividades en campo. Antes del trabajo, los exploradores desinfectan los espacios donde estarán desarrollando las acciones; el distanciamiento social y la asepsia son fundamentales: no más de diez personas por actividad, distancia de dos metros entre cada uno, lavado de manos antes de empezar cada actividad, entrega de un kit con tapabocas, alcohol, gel antibacterial y gafas protectoras, y toma de temperatura periódica, son algunas de las medidas que se toman.
El llamado urgente para actuar por los bosques: Planeta Sano, Gente Sana
La pandemia actual nos ha recordado la profunda conexión que hay entre nuestra salud y la de ecosistemas como los bosques, pues tener una menor cantidad de ellos nos expone al contacto con la vida silvestre y, a su vez, a nuevas enfermedades zoonóticas (que pueden transmitirse entre animales y seres humanos).
Justamente, esta semana, WWF publicó el nuevo informe 'Covid-19: llamado urgente para proteger a las personas y la naturaleza', en el que resalta que los factores ambientales que causan la aparición de enfermedades zoonóticas son el comercio y consumo de vida silvestre de alto riesgo, el cambio en el uso de la tierra debido a la deforestación, la producción animal y la expansión de la agricultura e intensificación insostenible.
A través de la iniciativa Planeta Sano, Gente Sana, los ciudadanos pueden dirigirse a su Gobierno Nacional y
pedirle acciones concretas que permitan cambiar el rumbo, así como evitar los riesgos de eventuales pandemias.