Huella ecológica

Posted on septiembre, 30 2014

Estamos usando más de lo que la Tierra puede suministrar. Durante los últimos 50 años, la presión de la humanidad sobre la naturaleza ha excedido la capacidad de regeneración del planeta. Necesitaríamos el equivalente a 1,5 planetas Tierra para brindar los recursos, bienes y servicios ecológicos que usamos cada año.
Estamos usando más de lo que la Tierra puede suministrar. Durante los últimos 50 años, la presión de la humanidad sobre la naturaleza ha excedido la capacidad de regeneración del planeta. Necesitaríamos el equivalente a 1,5 planetas Tierra para brindar los recursos, bienes y servicios ecológicos que usamos cada año.

Este “exceso ecológico” se produce porque talamos árboles a mayor velocidad que el tiempo que requieren para madurar, pescamos más peces de lo que los océanos pueden reponer, o emitimos más carbono a la atmósfera del que los bosques y océanos pueden absorber. Las consecuencias son una reducción de la cantidad de recursos y la acumulación de deshechos a tasas mayores que las que se pueden absorber o reciclar. Tal es el caso de las crecientes concentraciones de carbono en la atmósfera.

La Huella Ecológica suma todos los bienes y servicios ecológicos que demanda la humanidad y que compiten por el espacio. Incluye la tierra biológicamente productiva (o biocapacidad) necesaria para los cultivos, el pastoreo y el suelo urbanizado, zonas pesqueras y bosques productivos. También incluye el área de bosque requerida para absorber las emisiones adicionales de dióxido de carbono que los océanos no pueden absorber.

Tanto la biocapacidad como la Huella Ecológica se expresan en una misma unidad: hectáreas globales (hag). El carbono emitido en la quema de combustibles fósiles ha sido el componente dominante de la Huella Ecológica de la humanidad durante más de medio siglo y continúa aumentando. En 1961, el carbono representaba el 36 por ciento de nuestra Huella Ecológica total; en 2010 alcanzó el 53 por ciento.

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